La
verdad es que estamos empeñados en planear nuestras vidas, en saber lo que
vamos hacer al día siguiente porque es una manera de poder saber vivir hoy, sin
embargo es una utopía, porque la realidad es que en este mundo caótico en el
que vivimos no sabemos lo que va a pasar dentro de cinco minutos.
Pero
hay algo que se salva dentro del planeta confuso en el que vivimos y eso sin
duda alguna es el amor, algo que hace moverse a las personas hacia sus metas, a
conseguir lo que se proponen, a ser mejor personas, a estar bien con ellas mismas y en resumen un montón
de buenos sentimientos que se hacen tangibles en la palabra amor.
Esa
palabra de cuatro letras, es difícil de encontrar, es la “x” de la ecuación de
nuestra existencia, la letra que falta en el crucigrama, y esa palabra llega
cuando menos lo esperes, cuando no la busques,
pero cuando aparezca será arrolladora, invadirá todo tu cuerpo y pasará una
cosa extraordinaria, que cuando hables con él, sonreirás de una manera que
nunca antes lo habías hecho, te brillan los ojos, sientes que tener su cuerpo
cerca del tuyo, ser el pulso de su respiración es lo mejor que te puede pasar y
saber que, no te equivocas, porque ese amor, no se olvida nunca.
Por
ello la gente que ha amado como decía Honore de Balzac tiene una cicatriz y
nunca olvida su existencia y sigue buscando esa cicatriz que se quede siempre
con él, porque y si te quiera, ¿qué?
Pendona Mel.
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